Desde hace un tiempo hasta ahora, playa La Boca de Concón ha sufrido cambios muy positivos, pero no suficientes. Hemos visto cómo gracias al surf muchas personas se han ido involucrando con el entorno de esta playa, llevando a cabo exitosas limpiezas que, lamentablemente, no han sido recompensadas por el municipio; por ejemplo, durante el año podrían colocar tarros de basura a lo largo de la playa con el fin de instar a los visitantes a que boten sus basuras donde corresponde. Además, las autoridades poco hacen por proteger el humedal existente en la desembocadura del río Aconcagua -lugar único en el valle central de Chile- , donde aves, algunas que han viajado desde Norteamerica, pueden alimentarse, nidificar y habitar esta zona.

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Por otra parte, este spot ha sido bastante consistente en cuanto a olas. Todas las playas tienen sus días, y Boca está muy bien embancada producto del movimento de arena desde el río, produciendo derechas e izquierdas para todos los niveles y gustos. Hay que madrugar y chequearla, y talvez llevarse una sesión muy entretenida, con un viento offshore tan fuerte que llega a producir arcoiris detrás de las olas.

El ambiente de esta playa es muy relajado: muchas personas de diferentes edades aprendiendo frente a las escuelas, y más al río, los más experimentados. Cada fin de semana llegan surfistas, kayakistas, bodyboarders y stand-up surfers desde distintas partes de la región, y ya muchos son habitúes de Boca.  Si las autoridades fueran más visionarias, podrían convertir a playa La Boca en un verdadero centro urbano de surf, estableciendo políticas ambientales para evitar tanta contaminación que baja desde el río y ensucia nuestras olas y su entorno.

Alan Thiznau Photography