Tras crecer a través de un pequeño taller de estampados para sus productos Lifestyle, poco a poco el proyecto de «Nano» Zegers ha ido creciendo de manera orgánica a través de los surfshops, escuelas de surf, e-commerce, tiendas propias y por departamento a lo largo del país.
“En un principio no fue fácil, no tenía mucho capital y era arriesgado partir con una competencia a los trajes que hacían los gringos”, afirma Fernando Zegers, fundador de Stoked. “Nano”, oriundo de la capital y apasionado por el surf y las olas de Pichilemu, decide comenzar con la confección de los primeros trajes de agua por el año 2005/06, al ver la necesidad de crear uno de neopreno específico para las olas frías de nuestra costa, sin dejar de lado la comodidad. Así, nace el primer wetsuit pensado para las aguas chilenas.
“La gente pensaba que, por ser chileno quizás no sería de muy buena calidad”, afirma Fernando que por esos días veía la gran cantidad de marcas extranjeras en el mercado, la mayoría hecho en China. Frente a esta situación -y a pesar del poco presupuesto que el surfista chileno tenía para empezar su emprendimiento- decide realizar un viaje a este país para aprender sobre la confección de los trajes de agua y poder comenzar a fabricar los suyos y traerlos al país.
Poco a poco fue proponiendo nuevos estilos, cortes y diseños hasta lograr un traje ideal y auténtico, dándole detalles de grosor para resistir el frío y flexibilidad para darle mayor comodidad al uso en el deporte, dando inicio a la importación de los primeros trajes de la marca y, con ello, a Stoked.
Primeros puntos de venta
En un principio, Nano era el encargado de salir cargado con los trajes y venderlos en distintas tiendas de surf. “Les llevaba los productos con mis diseños y ellos los vendían después, pero me costó penetrar en el mercado”, afirma. Posteriormente, fue
involucrándose de a poco en la actividad de comercio nacional, siendo muy poco reconocido por los grandes exponentes.
Durante dos años se vendían trajes Stoked en tiendas locales, en pequeños mostradores. Con el paso del tiempo los trajes comenzaron a hacerse más conocidos, y se vio la oportunidad de auspiciar algunos riders para dar el salto que necesitaban y hacer presencia de marca con distintos surfistas. En un principio, comenzó auspiciando a destacados riders chilenos como Tomás Villegas, León Vicuña, Guillermo Satt y Cristián Merello, entre otros, logrando así hacer ruido en el mundo del surf nacional.
Finalmente, en el año 2014 ya se consolidan como una reconocida marca para los deportistas del área y logran entrar con sus productos en grandes tiendas.
La combinación perfecta de surf y arte
Así como Stoked auspicia a riders nacionales, también potencia las alianzas con diseñadores locales, siguiendo su espíritu de marca que destaca por el arte en cada uno de sus productos.
Por otro lado, a comienzos de este año Stoked y la fundación Givesurf, impulsaron una campaña solidaria, la cual consistía en que distintos artistas de la marca diseñaran un estampado especial para poleras y productos Lifesyte, donde el 25% de los ingresos de cada venta, fuese donado a la fundación Givesurf con fin de entregar todos los equipos necesarios para crear una escuela de surf en Pucatrihue, manteniendo el compromiso de Stoked con las comunidades costeras y los artistas de nuestro país.
En la actualidad
“Somos una empresa chilena con más de 10 años de trayectoria en la producción de trajes y accesorios de surf, además de integrar una vasta línea de ropa. Con el paso de los años hemos aprendido a entregar productos pensados en el deporte y la comodidad, convirtiéndonos en especialistas y líderes en el rubro”, recalca Fernando.
Actualmente, la marca se integró al portafolio de Grupo Komax, reconocida empresa de retail que representa a grandes marcas en Chile y Perú. “Stoked es una marca nacional que pasará a ser manejada por nosotros 100%, donde la haremos crecer, pero siempre manteniendo su esencia, esto se refleja en la incorporación de su creador, Fernando “Nano” Zegers, al equipo de KOMAX”, comenta Sebastián Barros.
